domingo, 4 de enero de 2009

Norma Marchetti


Cuando cursaba 3° (3°3a), tuvimos dos profesores de dibujo, que lamentablemente no recuerdo sus apellidos, lo que sí recuerdo, es que el primero nos hacía dibujar con música de fondo, se sacaba el saco y mientras se sentaba sobre el escritorio y se fumaba un cigarrilo (re-canchero). Como se podrán imaginar... duró muy poco, supongo que hasta que alguna autoridad del colegio lo vió. Lástima, porque era muy lindo dibujar con música de fondo.
El segundo (otro personaje), no permitía que nos prestásemos cosas. Por ejemplo, si prestabas un lápiz, él lo agarraba, lo partía y le daba la mitad al dueño y la mitad al que lo había pedido prestado (el ejemplo puede ser reemplazado por hojas, gomas, etc..). Otra característica, cuando alguién lo molestaba (con un ruido etc.), le abría la puerta del salón y lo sacaba afuera, acto seguido, venía el preceptor, entraba al alumno y le decía al profesor que los chicos no podían estar fuera del aula en horas de clase, que si quería los podía amonestar, pero dejarlo afuera no. Pero a pesar de la advertencia del precetor, el alumno volvía al pasillo y la secuencia se repetía hasta que terminaba la hora.

Bien, ejercitemos la neurona, el primer profesor se llama Belsito, el segundo Almeyda, que nos hizo aprobar a todos y los últimos días de clase hasta jugó al truco con algunos alumnos.

Recuerdo de Rafael Varela
rjcv@ciudad.com.ar

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien, ejercitemos la neurona, el primer profesor se llama Belsito, el segundo Almeyda, que nos hizo aprobar a todos y los últimos días de clase hasta jugó al truco con algunos alumnos.

Rafael Varela
rjcv@ciudad.com.ar