martes, 22 de febrero de 2011

Vicente Marrazzo



 A cerca de lo que comenta Daniel y con la intención de que se conozcan los hechos a través de testimonios de quienes estuvimos en esa época, aporto mi comentario, con el fin de que no se manche la imagen del colegio.
Yo hice cuarto y quinto en el 64 y 65. Al poco tiempo de llegar, me entero que el rector Sierra, recibía en su despacho a algunos alumnos, no eran muchos, yo por lo menos conocí tres o cuatro, que lo frecuentaban, seguramente habría mas. De lo que pasaba adentro, nadie contó nunca nada, nadie pregunto nunca nada, estos alumnos hasta donde yo se, nunca fueron obligados, pero obtenían ciertas ventajas. Todos los alumnos sabíamos lo que pasaba, estoy seguro que también lo sabían los preceptores y los profesores, pero era mas o menos como lo que ocurrió tiempo después en el país, mientras no me jodan, yo no se nada, y si vos no trasponías la puerta del rectorado, nadie te obligaba a nada. es triste pero era así, los alumnos no teníamos la función y el poder de cuestionar o denunciar al rector... hoy seria distinto, tal vez.
 Mi intención no es otra que relatar los hechos como yo los conocí, pero había culpables en todos lados, por acción u omisión. el rector con los demás tenia un trato correcto, y a la gran mayoría no nos importaba, porque pensábamos que la culpa no era solamente del chancho, sino de todos los que le daban de comer.
 Insisto, yo no defiendo a nadie, probablemente desconozco muchas cosas, pero quería contar lo que recuerdo, fue encarcelado en 1966, y condenado, lo mas terrible es que todos lo sabían.
el vicerrector que no tenia nada que ver, era una extraordinaria persona, habrá renunciado de vergüenza, propia y ajena.

Vicente Marrazzo

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