sábado, 24 de enero de 2009

Oscar Rosado "EPOPEYA DE UN VIAJE TRAGICOMICO A YAPEYU" (5)



17 DE AGOSTO

La noche anterior fuimos a dormir sin que nadie nos hiciera màs recomendación que la de estar listos a las 07:00hs. Irìamos a Yapeyù con un micro.
A las 06:00 hs comenzò a tocar bocina el chauffer del micro. Nos vestimos a mil, salimos corriendo y subimos a ocupar nuestros asientos. El rector y cuerpo docente….bien gracias…
Nadie pensò en nada, todo era algarabía y por si fuera poco, encontramos en el fondo una canasta de almacén repleta de empanadas y cocas… Habían pensado en nosotros…
El micro Salió del cuartel y comenzó a llover. Pasamos por el 27 de Caballería y vimos a las profesoras en la puerta. El chauffer preguntó: ¿Ellas vienen con nosotros? Y la respuesta salió como un resorte liberado… NO.
Conjeturamos que el rector pasaría por ellas.
Tomamos la ruta provincial mtesientostaicuantos y nos dirigimos a través de un hermoso paisaje selvático hacia nuestro insigne destino.
En eso el micro se detuvo y subió un lugareño, que iba a Yapeyú. Se dirigió al fondo y preguntó por su canasta….Le fue entregada vacía.
No teníamos por que saber que llevaríamos a alguien que no era del Colegio y dejaríamos a muchos que si lo eran.
Pagamos por las empanadas y cocas y el dueño contentísimo, por que las llevaba para vender a Yapeyú.
Y llegamos.
Buscamos a los profesores y rector y nada.
Seguía lloviendo. Entramos al templete, y mientras sacábamos fotos, firmábamos el libro de visitas, etc. nos informaron que la ceremonia estaba comenzando.
El sentimiento profundo de que nos habíamos mandado una cagada antológica se reflejaba en nuestros rostros.
Formamos frente al palco oficial, sin joder.
Había una banda militar; colegios primarios (posiblemente el que íbamos a apadrinar), en fin todos…
Himno Nacional, Himno a San Martín, marcha de San Lorenzo, discursos, etc.…
Llega el momento de descubrir la placa y nos preguntan quien lo haría.
Las respuestas fueron tales como No sabemos… el Rector….el señor Luparia (nuestro portero maravilla)… descúbrala usted…
Y llegaron dos autos de alquiler y se abrieron todas las puertas al mismo tiempo y salieron todos los profesores con el rector al frente… piloto abierto, corbata mal puesta…sombrero colocado hacia atrás como reportero americano hablando por teléfono…
Sin mirarnos llegò al palco, tiró de la cinta y, ante el aplauso de todos los presentes, descubrió la placa. Día de Gloria….Respiramos profundo.
El regreso fue dramático, no hablábamos, el rector y profesores venían en el micro.
Llegamos a la Escuelita y seguía lloviendo. El rector no quiso tomar más riesgos con nosotros. Se bajó el preceptor con dos bolsas llenas de libros, las dejó y seguimos viaje.
Fue como una entrega de La Serenísima.

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